Capítulo 58

Las cosas seguían yendo lo suficientemente bien, íbamos a clases como todo el mundo, y bueno, de vez en cuando aparecía en mi pueblo algún que otro periodista inglés para preguntarnos por que dos chicas que habían entrado de lleno en la vida de los chicos habían desaparecido de un día para otro de sus vidas sin dejar rastro.
Antía seguía saliendo con Harry, se habían escuchado rumores de que podía estar embarazada y la habían juzgado muchísimo. Yo lo descarté desde el primer momento ya que como una de mis mejores amigas, la conocía, y estaba segura de que no se quedaría embarazada con 16 años por mucho que el padre de la criatura fuese Harry Styles. Se les seguía viendo bien, aunque se había sonado que Harry había tenido un romance con una tal Emma, lo que al final acabó siendo una tontería tremenda. Antía había pasado un mes en España, debido a una discusión con Harry. Todas las chicas del planeta la envidiaban y yo bueno, la veía feliz, pero no veía a la Antía de siempre. Estaba demasiado delgada, debido a que había empezado a trabajar como modelo para Dior.
Por otra parte de Emma era poco lo que sabíamos, se había mudado con Robert a EE.UU y sabíamos que estaba estudiando diseño de interiores y pretendía formarse como actriz, dado que actuar siempre se le dio muy bien.
De los chicos cada vez sabíamos menos por lo que seguramente acabarían olvidándose de nosotras, ni siquiera Niall me llamaba, se ve que estaban ocupados, todo les iba viento en popa y la verdad es que me alegraba muchísimo por ellos, pero los echaba de menos. Me seguía poniendo mal cada vez que veía en las revistas del corazón a Liam con una chica, y sé que a Carol le pasaba lo mismo con Zayn, pero las cosas habían cambiado, nosotras teníamos nuestra vida y ellos la de ellos, y lo único que teníamos en común era un pasado y a Antía, que cada vez se alejaba más de ambos lados, pero lo entendía, tenía un trabajo importante y un futuro prometedor y seguramente no tardaría más de unos meses en dejarlo con Harry, y no porque no funcionase, o porque no se quisiesen, sino, por que los cantantes y las modelos siempre han tenido historias, historias que dado al trabajo de ambos y a los viajes casi a diario habían acabado pronto. Antía no renunciaría, no por avaricia, sino porque Harry aun queriéndola como a ninguna otra no se lo permitiría. Probablemente, seguirían siendo amigos, y si alguna vez coincidían haciendo escala en Londres, Paris, Nueva York o Los Ángeles, quedarían, se verían y recordarían viejos tiempos, dándose cuenta de como eran antes sus vidas, cuando, sus vidas, eran la misma.
Yo me preguntaba a menudo si Liam habría pensado en mi, en como eran nuestras vidas cuando eran la misma, pero con el tiempo cada vez, me lo fui preguntando menos, y es que el tiempo hace mella en el olvido. Sé de sobra que Carol estaba en la misma situación que yo y es que nuestras historias habían sido muy parecidas. Lloré muchas noches, puede que demasiadas, cada vez que veía vídeos de todas esas chicas que decían ante un micrófono:
-Sí, Liam me ha amado más que a ninguna.
¡Y una polla!, no quiero ser narcisista ni egocéntrica, pero ellos no eran los mismos, de apenas tener relaciones publicas con chicas habían pasado cada uno a ser un nuevo putero, y sé que Carol y yo eramos las culpables de aquello, y es que de alguna forma les habíamos echo daño y eso era lo que hacían ellos ahora, se veía en sus ojos, en los ojos con los que en las fotos miraban a todas aquellas chicas, no las querían, para ellos no eran nadie más que alguien con quien pasar e tiempo, y es que como dijo Federico Moccia en Perdona si te llamo amor: "Los hombres sois víctimas de las mujeres, pero eso os beneficia ya que así podréis disculpar el daño que le haréis a las siguientes". Y era así, estaba segura, al igual que estaba segura de que de todos los chicos que habían aparecido en nuestras vidas a lo largo de aquellos largos meses no habíamos querido a ninguno, como los habíamos querido a ellos.
Poco a poco sus recuerdos fueron desapareciendo, conservábamos las fotos, los vídeos, pero no los mirábamos y es que eso era cosa del pasado y ahora nuestras vidas eran diferentes.