Capítulo 60.

Obviamente mis padres me dieron permiso, les encantó que nos comprometiéramos a hacerlo todo nosotras solas. Yo decidí llamar a mi tía y preguntarle si nos podríamos quedar en su casa desde el día 10 de agosto hasta el día 5 de septiembre.

-Tita.
-Hey, Laura ¿como estás?
-Bien, ¿y por ahí?
-Genial, os echamos mucho de menos.
-Nosotras también os estrañamos. Quería pedirte un favor..
-¿Cuando queréis venir?
-¿Como me conoces no tía?
-Eres como otra hija para mi.
-Me alegra.
-Bueno, en julio? agosto? los dos meses?
-No tía verás, Carolina y yo queremos entrar en la International Arts Academi para formarnos como bailarinas, coreógrafas y demás. Pretendíamos estar ahí desde el día 10 de agosto hasta el día 5 de septiembre, luego volver una semana y quedarnos ahí indefinidamente.
-Me parece genial.
-También queremos montar una academia de baile como la que tenemos aquí.
-Estaría genial.
-Si, eso aunque no nos cojan seguramente lo haremos de todas maneras, si no nos cogen en la IAA tenemos pensado ingresar en la pública de Londres y hacer, yo, periodismo y Carolina magisterio.
-Seguro entrareis.
-Ya bueno, es muy duro.
-Lo sé pero os he visto bailar, en fin, tengo prisa, Laura, te parece que vayamos hablando?
-Si, te llamaré para informarte.
-Me parece genial, cuidaros.
-Te quiero.-contesté colgando.

El tiempo pasaba y Carol solo me hacía entrenar, y entrenar, y entrenar, lo hacíamos 3 horas o más al día, ya que Carolina no entendía que después de la selectividad lo único que quería era ir a la playa, no ella bailaba a todas horas y me hacía bailar a mi también. Trabajábamos en estas dos canciones:

Carol tenía algunas dificultades con la coreografía de la segunda, mientras que to las tenía con la primera. Pero también tenía dificultades con otras cosas, ya que la escuela del Grove iba genial, teníamos muchos alumnos, nos llamaban para actuaciones y demás por lo que junto a Carol decidimos de entre los alumnos más mayores elegir a dos o tres para que llevasen la escuela, hicimos pruebas y resultó que las personas más adecuadas acabaron siendo Mica y Silvia, a las cuales les encantó la idea.

El tiempo siguió pasando, y era nuestro último día en el el pueblo, o por lo menos de momento, nos habían preparado una fiesta de despedida, ya que si volvíamos sería durante una o dos semanas para estar con la familia, la fiesta fue en la playa, y allí estaban todos nuestros amigos y incluso alumnos de la escuela. Yo salía con un chico, pero no me costó dejarlo, era super majo, pero no estaba enamorada. A las tantas nos fuimos a casa y es que al día siguiente cogeríamos temprano nuestras maletas y nos iríamos al aeropuerto con idea de estar en Londres sobre las 12 de la mañana.