Pasamos la mayor parte del rato en la colchoneta y la piscina, la verdad si no fuese por esa colchoneta nos aburriríamos muchísimo. Sacamos algunas fotos, no muchas, y salimos un rato, teníamos unos vecinos muy majos y a veces jugábamos con ellos al baseball en un pequeño parque que había al final de la calle. Uno de los chicos había sido novio de Alex, y ahora era su mejoramigo. Había otra chica, Nancy, la mejor amiga de Sara.
Volvimos a casa y preparamos la ropa encima de las camas.
Teníamos unos modelitos preciosos.
El de Ales y Sara:
El de Chel:
El de Antía:
Sil:
Mika:
Emma:
Carol:
Y yo:
Lo dicho, los modelitos eran los mejores que pudimos encontrar que se adaptaran a la situación, algo muy informal pero con lo que fuésemos monísimas.
Carol llegó tarde, a y 24, le pregunté por Zayn para echarle la bronca pero me dijo que la había dejado en la parada. Nos duchamos después de tirarnos varias veces a la piscina desde la terraza, cosa que mis tíos nos prohibían, pero ellos no estaban en casa, de una Antía nos dio un buen susto, saltó demasiado cerca del borde y en lugar de salir a la superficie siguió buceando, pensábamos que se había golpeado y saltamos todas como unas locas a sacarla, no volvimos a saltar, fuimos a ducharnos. Nos peinamos, nos maquillamos parecía que íbamos a presentarnos a un desfile de moda. Nos pusimos en fila en el pasillo mirando al espejo que había todo a lo largo, empezamos a sacarnos fotos, fue genial.
-Uaaauu estáis preciosas putas.-dijo Antía.
-Estamos todas preciosas.-dije.
-Si.-dijo Carol.
-Y que lo digas.-dijo Mika.
-Más que eso.-dijo Emm.
-Increíbles.-dijo Chel.
-Perfectas.-dijo Alex.
-Fantásticas.-dijo Sara.
-Los haremos babear a todos.-comento Silvia.
Reímos como locas, me apoderé de mi cámara y nos montamos en el taxi limusina que los chicos nos habían pedido, obviamente a ellas les dije que lo pidiera yo. Por el camino tomamos un par de copas. Al llegar nos colamos en una sesión de fotos de no se quien, pero los fotógrafos nos fotografiaron igual, entramos al estadio y nos sentamos en nuestras butacas, faltaban como unos 30 segundos para que empezara el concierto, sentimos el revuelo, la piel se nos puso de gallina, nuestras pulsaciones aumentaron de una forma descomunal, se escuchó un ruido, unos fuegos artificiales, mi corazón latía a 300 pulsaciones por minuto y estoy segura de que el de ellas también, todas las luces se apagaron y un único foco apuntó hacia a una puerta, no pude evitar ponerme en pie.
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